En esta ocasión hemos realizado una bonita ruta entre el pueblo asturiano de Sotres y los Puertos de Áliva.
La ruta comienza desde el mismo pueblo de Sotres o desde una desviación a la derecha, en una curva muy cerrada, un poco antes de llegar al pueblo, desviación que también nos lleva al Collado de Pandebano desde donde se puede subir al Urriellu.
La ruta sigue el río Duje hasta Áliva. Una vez dejado el coche bien aparcado tomamos en camino que nos lleva hasta los invernales del Texu, lugar donde se divide el camino en dos. El camino de la derecha va a Pandebano y el de la izquierda es el nuestro.
Después de superar los invernales llegamos a la zona de Fresnidiello. Izquierda Peña Balbín, en el centro Peña Fresnidiello y a la derecha está Cueto Pampín.
Caminando junto al río Duje llegaremos a un puente que nos deja en los invernales del Toro.
Pico Escamellau
Río Duje
Aquí es un buen lugar para hacer un descanso con vistas a Peña Castil ( donde se encuentra la conocida cueva de hielo) y la canal del Fresnedal.
Continuamos el camino que nos lleva al llamado "Castillu de la Lomba'l Toru". Lugar apacible y a partir de donde se ve perfectamente el paisaje dejado por la acción glaciar: valle en forma de U, bloques erráticos y una clara morrena por donde caminamos. Así llegamos a los Puertos de Áliva.
Bloque errático, "Castillu La Lomba'l Toru"
Al fondo Peña Prieta
Camino que discurre por la morrena glaciar
Una vez en los Puertos de Áliva, comemos y regresamos a Sotres por el mismo camino.
Esta fue una de mis primeras rutas y recuerdo que pensé había descubierto el mundo de solo pensar que había estado caminando entre los macizos central y oriental. Cuando llegamos a los puertos de Áliva..era todo tan bonito, todavía había mucha nieve en las cumbres y empezaba a ponerse los "praos" muy verdes. A partir de ahí, retiré de mi agenda el rollo de la playa y cada lunes acudía a mi trabajo con un entusiasmo inusitado y llena de energía...Animé a muchísimas compañeras/os que hicieran lo mismo; muy pocas me hicieron caso y ahora yo sigo disfrutando (más si cabe) que entonces y ellas se quedaron al borde del mar, pero sin descubrir nada nuevo...
Esta fue una de mis primeras rutas y recuerdo que pensé había descubierto el mundo de solo pensar que había estado caminando entre los macizos central y oriental. Cuando llegamos a los puertos de Áliva..era todo tan bonito, todavía había mucha nieve en las cumbres y empezaba a ponerse los "praos" muy verdes. A partir de ahí, retiré de mi agenda el rollo de la playa y cada lunes acudía a mi trabajo con un entusiasmo inusitado y llena de energía...Animé a muchísimas compañeras/os que hicieran lo mismo; muy pocas me hicieron caso y ahora yo sigo disfrutando (más si cabe) que entonces y ellas se quedaron al borde del mar, pero sin descubrir nada nuevo...
ResponderEliminarEs una ruta que enamora la verdad. Además no tiene ningún peligro.
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